viernes, agosto 20, 2010

Después de la ausencia...

Han sido ya muchas semanas sin escribir en el Blog... realmente no hay mucho que decir, por la capirucha las cosas marchan bien, trabajo, pies y tobillos, sin mucha variación en la rutina cotidiana.
Por otro lado y en los demás asuntos mucho, mucho que decir. Pero mi abuela siempre me dijo, si no hay nada bueno que decir a veces es mejor no decir nada. La situación del País me parece cada día peor, y la verdad cualquier comentario me parecía que no iba a ser nada amistoso, eso no es lo malo, sino que me parece que todos estamos sumidos en un tipo de trance semihipnótico en el que nadie dice nada. La violencia en Monterrey, que me ha tocado seguirla por las crónicas de un compañero del instituto, me parece un ejemplo claro de esto que estoy diciendo. Es increible ver que la violencia ha dejado de respetar a todo el país, secuestros de médicos en consultorios, alcaldes muertos, ciudadanos de a pie asesinados todos los días. Y nosotros... nada.
El enanete del presidente diciendo que su lucha no terminará hasta el último día de su gobierno y sin embargo nunca lo he visto someterse al mínimo riesgo, a diferencia de como me tiene a mi o a ti.

Hace unos días nos visitó en el instituto la primera dama, doña Zavala, a todos y cada uno de los que trabajamos ahí nos hicieron pasar por varios detectores de metales, nos revisaron, nos esculcaron, nos vasculearon, mientras decenas de monitos en traje provenientes del estado mayor presidencial te barrian de pies a cabeza con una cara nada agradable. ¿Que pasa? ¿A quien le tienen miedo? ¿A que? acaso será que también se dan cuenta que el país está sumido en la inseguridad, que la luchita anti todo esta resultando en problemas, que no se puede andar por ahí con tranquilidad... la diferencia es que ellos se pagan la seguridad con mi dinero y el tuyo, y yo no tengo los recursos para acomodar cientos de cabrones que me cuiden cuando voy a trabajar, uta! que mal pedo.
La semana pasada venía camino al depa cuando vi un par de patrullas de policía y sentí miedo. Hace dos semanas fui a Guadalajara manejando y en el camino me tope un convoy del ejercito y sentí miedo. Llego a mi casa y en la noche si quiero salir siento miedo. En el hospital con toda la bola de pendejos esos sentí miedo. Y no quiero sonar como el tipo del YouTube diciendo "tengo miedo, tengo miedo" pero así es. ¿Hasta donde? ¿Hasta cuando?
Me caga estar preso dentro de mi mismo país, víctima primero de mi pinche ineficiente gobierno que lucha mas que por la seguridad por sus berrinches personales, y en donde las instituciones se han convetido en un club de Toby para los chompitas del pendejete presidente.

Por favor, ya estuvo. Ya.

No sé si voy a hacer algo al respecto, no sé si me interesa, no se si exista remedio. Lo que sé es que estoy cansado de ser víctima de todo y todos.
Señor presidente, señores mierda-gobierno, haré lo más inteligente que un ciudadano puede hacer, el arma más poderosa y efectiva: concientizarme y persuadir a todos los que me sea posible de que no debemos arrastrar el costo de una mala desición política. No más. Nunca más PAN. Nunca más intolerancia. Nunca más intereses de los imperios. Nunca más beneficios para los que siempre tienen y mucho. Se acabó. Que se la pasen chingón con la pensión millonaria que tendrán mientras continúan bajando las pensiones del pueblo, disfrutenla porque espero que sea la última que un cabrón voraz como ustedes se lleve a sus arcas.
Dicen que el pueblo tiene el gobierno que se merece, pero esta vez se me hace que se les pasó la mano. Por mi parte, ni un voto más, jamás.

Saludos!


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